jueves, junio 29, 2006

¿ SOCIALISTAS ESPAÑOLES Y EXILIADOS CUBANOS JUNTOS ?

Tomado de El Nuevo Herald.com


¿Socialistas españoles y exiliados cubanos juntos?


Por Soren Triff


Los socialistas españoles invitaron a la Fundación Nacional Cubano Americana (FNCA) y otros partidos latinoamericanos a un seminario sobre el futuro de la región al que no fueron invitados ni el Partido Comunista de Cuba, ni el Movimiento Quinta República de Venezuela, ni el Movimiento al Socialismo de Ecuador, todos en el poder. La invitación es doblemente positiva para el socialismo europeo y para los exiliados.

El seminario es un gesto europeo que señala el respeto a la voluntad de la izquierda latinoamericana de distanciarse del fascismo latinoamericano conocido tradicionalmente como movimientos populistas y revolucionarios, y el empeño socialista de representar los valores modernos y democráticos de las burguesías regionales, de competir por convertirse en el ``partido de los sin partido''.

Por otra parte, la asistencia de la FNCA al seminario organizado por la Fundación Jaime Vera, un organismo del Partido Socialista Obrero Español, contribuye a reforzar el perfil de los exiliados como válidos interlocutores sociales y agentes de cambio democrático. Es un triunfo de quienes exigimos que los gobiernos democráticos acepten la realidad de que no todos los gobiernos representan a sus pueblos. Es el lado inconveniente de la realpolitik.

( Luz Modroño, miembro del gobernante Partido Socialista Obrero Español ( PSOE) que desarrolla un fuerte activismo a favor de la causa cubana; es la Representante del GIRSC en España. Para más información entrar a:
http://www.cubasindical.org/grscc/2conf/video/videos.htm ) --->

No es la primera vez que los europeos citan a la socialdemocracia latinoamericana ni que los exiliados son invitados a reuniones de esta naturaleza, pero podría ser una importante indicación de distanciamiento socialista del fascismo latinoamericano. Tradicionalmente Europa mantenía una ''diplomacia pública'' de apoyo al populismo latinoamericano mientras que observaciones y críticas, si alguna, se llevaban a cabo mediante una ``diplomacia callada''.

La percepción imperial europea de Estados Unidos como amenazante competencia geopolítica y no la perspectiva moderna de ver a Norteamérica como poderoso socio comercial invitaba a que Europa apoyara indiscriminadamente casi toda expresión económica, política y social antinorteamericana. De esa manera los gobiernos europeos pensaban que contribuían a equilibrar el excesivo poder estadounidense, aunque en realidad les daban rienda suelta a sus heridos egos imperiales.

Quince años después del fin de la guerra fría, Europa aún batalla con la idea de decirle adiós a su prepotencia imperial con respecto a Estados Unidos. El abandono de la ''diplomacia callada'' en el diálogo con los gobiernos fascistas latinoamericanos podría indicar que Europa discrimina cada vez más entre los discursos antinorteamericanos. No todo discurso anticapitalista y antidemocrático es bueno si es también antiyanqui. Esta actitud sería señal de la buena salud del socialismo europeo con respecto a nuestro hemisferio.

Es de suma importancia que Europa envíe señales cada vez más claras sobre su apoyo a la democracia en la región y el rechazo al antiyanquismo demagógico, porque el despegue de varios países latinoamericanos hacia la prosperidad, bajo gobiernos socialistas democráticos, será percibido como una amenaza por los gobiernos retrógrados y sus gobernantes intentarán aplicar políticas cada vez más agresivas contra sus vecinos para encubrir los discursos obsoletos con los que sostienen su poder.

Europa hará bien en rechazar a los demagogos aquí y ahora, y en resistir la tentación de vender armas a los países de la región cuando llegue el momento. No habrá que esperar mucho. El gobierno venezolano ya planea convertir las elecciones presidenciales de diciembre en un asunto de seguridad nacional, es decir, en unas elecciones en las que la votación a favor de la reelección de Hugo Chávez significaría un voto contra el enemigo exterior: ''Estados Unidos y sus lacayos''. Europa debe apoyar al socialismo democrático y rechazar con fuerza el antiyanquismo demagógico ahora.