miércoles, mayo 30, 2007

MENTIRAS O GUAYABAS DE GRANMA EL DIARIO O PERIODICO OFICIAL DEL PARTIDO COMUNISTA DE CUBA

otas del Blogguista


Para Fidel Castro, el cual se atribuyó la autoría de La Historia me Absolverá, no le es nada difícil atribuirse o aceptar la autoría de los artículos que aparecen en Granma. Los galicismos utilizados en ese supuesto alegato de Fidel Castro ( un ejemplo del Capítulo XII, ¨Os voy a .... ¨, etc. ) en uno de los dos juicios del Moncada y otros indicios apuntan a otra u otras autorías compartidas como, por ejemplo, con Jorge Mañach.

Por cierto, los expedientes del proceso y las actas del juicio del Asalto al Cuartel Moncada desaparecieron de la Audiencia de Santiago de Cuba.


Existe una carta del ¨niño ¨Fidel Castro Ruz al Presidente Franklin D. Roosevelt donde le pide un billete de 10 dólares y para ello se disminuye la edad y dice que nunca había visto un billete de 10 dólares, en una época en que el dólar y el peso cubano se usaban indistintamente en Cuba.

De mitos, mentiras y timos están plagadas la vida y la obra de Fidel Castro; las mentiras del Granma son solamente algunas de ellas.
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Guayabas de Granma

Por Alberto Muller

(publicado por Diario Las Américas en su edición del miercoles 30 de mayo, 2007)

La guayaba es una fruta tropical comestible de color verde pálido, rica en vitamina C, con muchas semillitas y un cautivante aroma a perfume de mujer. También es una de las frutas más exquisitas para hacer jaleas, casquitos o mermeladas. Pero en el argot popular, la “guayaba” es sinónimo de mentira.

Debo comenzar esta viñeta periodística diciendo que, de acuerdo a los hechos y a informaciones de fuentes muy cercanas al dictador cubano, desde que éste tuvo que ser intervenido quirúrgicamente por infecciones y bloqueos intestinales graves, parece que no se encuentra en capacidad de hilvanar ideas con coherencia, o sea que no habla normalmente con fluidez, aunque emita palabras y frases sueltas.

Y si no habla coherentemente por problemas de flujo sanguíneo en el cerebro, por supuesto que tampoco escribe, aunque el repetitivo Granma haga firmar con su nombre las reflexiones de los últimas semanas.

Que conste, por principios no me he alegrado nunca del mal ajeno. Que sea la voluntad de Dios en su infinita sabiduría, la que decida por el destino de los seres humanos en ese misterio de supervivencia o de deterioro terminal. Y en este enfoque jamás he hecho excepciones entre amigos y adversarios. El mal y la enfermedad no se lo deseo a nadie.

Así que partiendo del punto que lo de las reflexiones que se han publicado en Granma con la firma estampada del dictador cubano son todas una “guayaba” mentirosa del tamaño de Madagascar, vayamos al grano.


( Carta del adolescente Fidel Castro a Roosevelt )


La última reflexión, tal vez la más sin-vergüenza entre todas, bajo el título “Para los oídos sordos”, bien vale un comentario de atalaya.

Ya concluimos por lógica humana, que el dictador cubano no está en capacidad mental de escribirle ni a la madre de los tomates. Pero bueno, cualquier subalterno escribe un papalote. Así que de mantenerse el ritmo actual, de casi una o dos reflexiones por semana, la enciclopedia de reflexiones seguirá creciendo desaforadamente en lo que parece ser su montaje preliminar:

Por momentos las reflexiones se inclinan por el ETANOL y se enfurece el reflexólogo con los acuerdos entre Lula, el sindicalista presidente de Brasil, y Bush, el presidente norteamericano. Y en medio del berrinche, Granma se olvida hasta del nefasto envenenamiento del anhídrido carbónico en la atmósfera y del millón de hectáreas que en Cuba están improductivas por el marabú.

A ratos las reflexiones cambian la atención y el submarinólogo de Granma entonces se encarna en el SUBMARINO BRITANICO, que es todo una maravilla de la técnica marítima contemporánea, pero ellos pasan por alto que esa tecnología de poder navegar 25 años sin tener que salir a la superficie para reabastecerse, podría aplicarse para fines de alimentación e higiene en las zonas más marginales y pobres del planeta.

Pero la tapa al pomo viene con el último de los papalotes reflexivos dirigido a los OÍDOS SORDOS, cuando el dictador confiesa que no concede entrevistas ni sesiones de fotos, porque requieren cortarse constantemente el cabello, la barba, el bigote y ACICALARSE todos los días.

Aquí el especialista del Granma cae en la trampa de una mentirota evidente, por no decir una “guayaba” gigante. Si ustedes se fijan con cierta agudeza, ese no es el estilo dominante y guapetón característico del dictador cubano. En 47 años de largos discursos, la palabra o el verbo “acicalar” no la había utilizado nunca.

( Carta del adolescente Fidel Castro a Roosevelt )

Y concluye el papalote reflexivo asegurando que no escribirá nunca una mentira, cuando todo lo dicho en el propio trabajo reflexivo es mentiroso, huidizo y con aroma de “guayaba” podrida.

Ya sabemos que el dictador cubano ni escribe ni habla, pero el régimen castrista, por alguna razón inentendible, no tiene el valor de informarlo y de decirlo con transparencia al pueblo cubano.

Curiosamente todas las reflexiones publicadas dejan el rastro de incongruencias demagógicas y de exaltaciones al odio que genera la lucha de clases. En ninguno de los mamotretos hay un llamado a la convivencia, a la civilidad, a la libertad, al entendimiento, al estímulo productivo y al balance informativo.

Pero además, si afilamos el ojo avizor, vemos que los estilos de una a otra reflexión no son los mismos. Unas reflexiones parecen estar escritas por historiadores marxistas. Otras parecen más bien escritas por periodistas repetidores de consignas. Y de mano en mano aparece alguna que otra reflexión tenebrosa y demagógica.

En casi todas las reflexiones de Granma hay giros, que se alejan bastante del estilo discursivo del dictador cubano, con formaciones sintáxicas nunca antes utilizadas en sus arengas públicas, que además no se avienen a su personalidad impulsiva y ególatra.

Pero lo más revelador es que en la última reflexión ya se admita que el anciano dictador estuvo muy grave, mientras que por meses se intentó ocultar maliciosamente al pueblo cubano su verdadero estado de salud.

En aquellos días de máxima gravedad, en ocasiones salía Ricardo Alarcón y decía que había hablado horas con el dictador. Después le tocaba el turno a Evo Morales, desde Bolivia, que siempre aseguraba una fecha de reaparición, que nunca se cumplía. Y por supuesto no pudo faltar el locuaz papagayo de Hugo Chávez que hasta puso al dictador, mientras se debatía entre la vida y la muerte, trotando por los campos de Cuba.

Para concluir, valdría la pena pedirle al repetitivo Granma que deje las “guayabas” de las cuales el pueblo cubano está harto y hastiado.

albmul@bellsouth.net


Fonte: Identificada en el texto
http://www.cubalibredigital.com

1 Comments:

At 9:34 p. m., Blogger neotrax said...

Amigo mio, la verdad es que dentro de poco tendremos que cambiar el argot cubano y decirle Guanabanas a las mentiras, porque sus dimensiones estan aumentando.

 

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