miércoles, octubre 29, 2008

OLGA LA TAMALERA

Olga la tamalera



Por Reinaldo Cosano Alén, Sindical Press

LA HABANA, Cuba, octubre (www.cubanet.org) – Olga fue una habanera singular, famosa en la década de 1950. Un día reunió a sus amigos y les dijo:
-Mañana salgo a vender tamales

Y así fue.

-¡Con picante y sin picante! -pregonaba Olga por las calles de La Habana. Parecía algo insólito, y lo era. Jamás una mujer había vendido tamales de puerta en puerta, pregonando su mercancía ante el asombro de los transeúntes. La clientela y la fama de Olga crecían parejamente.

La fama no provenía solamente de la mujer cargando una lata grande con los tamales adentro, y en el fondo el hornillo de brasas de carbón para mantenerlos calientes, sino también porque la popular orquesta Aragón le dedicó un cha cha cha que estuvo de moda durante mucho tiempo en el país: Olga la tamalera, / cocina que se pasó, / los vende con pimienta / y el que los prueba se come dos.

Y cerraba el estribillo: Me gustan los tamalitos / los tamalitos que vende Olga, Olga…
Olga y sus tamales trascendieron las fronteras del país. Pero nunca el cubano volvió a comer tamales tan deliciosos como los que Olga elaboraba a base de maíz tierno, relleno con pedazos de carne y empellas de cerdo, y luego envueltos en las hojas de la mazorca. Dicen que Olga se llevó a la tumba el secreto de sus tamales.

La estampa de la mujer y su pregón forman parte del paisaje olvidado de la ciudad, desaparecido hace cincuenta años, cuando la ley de los revolucionarios prohibió la venta, no sólo de tamales, sino de muchas cosas que dieron color a las calles habaneras.

El pregonero, que sobrevivió desde la colonia a guerras, ciclones, murió en 1959. Permanece vivo en el pregón El manisero, de Moisés Simons, popularizado por Rita Montaner, a quien Simons lo dedicó, y que había escrito en una servilleta de papel sentado a una mesa de la cafetería de San José y Amistad, en 1928. Antonio Machín popularizó el pregón en los Estados Unidos.

El manisero y Olga la tamalera, más allá de prohibiciones callejeras, se mantienen vivos en la memoria popular, plenos del aroma de aquel tiempo perdido.

cosanoalen@yahoo.com
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Tomado de http://www.juanperez.com

Olga la Tamalera

Este simpático personaje femenino ganó el nombre de Olga la Tamalera porque como otros tantos vendedores callejeros de Cuba, se valía de sus habilidades culinarias para vender un manjar popular de la cocina criolla y tradicional: el tamal en hojas.

Olga no vendía su mercancía por la calle ni tocaba de puerta en puerta como la mayoría de los vendedores. Ni siquiera pregonaba lo que vendía.

Olga tenia cierta famosa categoría: por su puerta desfilaban en busca de sus ricos tamales caseros, toda clase de personas. Le encargaban con anticipación para celebrar bodas, cumpleaños y todo tipo de festejos.

Los tamales de Olga estaban elaborados de modo muy peculiar. Usaba harina de maíz tierno; lavaba la amarillenta masa hasta despojaría de la pajusa blanquecina que dejaba la cáscara del maíz al rayarlo en el guayo; lo sazonaba a su manera, le agregaba carne molida de cerdo y un toquecito especial de sal y pimienta. Envolvía habilidosamente la mecía en hojas del mismo maíz y los ponía a cocinar en agua hirviente. Al final Olga lograba unos tamales en hojas exquisitos, muy diferentes de los que expendían en las fondas y cantinas a domicilio.

Su fama trascendió de Cienfuegos a La Habana y se extendió por toda la isla, y no precisamente porque su minúsculo negocio alcanzara magnitud económica significativa, sino porque la orquesta Aragón en la década de los 59, cuando se llamaba todavía Orquesta Típica Cienfueguera, incorporó a su repertorio una canción con mucho ritmo, como la que ahora han dado en llamar "salsa", que se populariza rápidamente, y que en su parte melódica decía: Me gustan los tamalitos / los tamalitos que vende Olga / Pican, no pican / los tamalitos que vende Olga, Olga.

Al llegar al montunisonsonete, agregaba: Olga, la tamalera / cocina que se paso / Si quieres comer sabroso. pruébelo, pruébelo y volvía a Olga, la tamalera, cocina que se paso.

"Cuenta el músico cubano Fajardo, a sus felices 80 años desde Nueva York, que allá por los años 50 en Cuba, cuando tocaba en la orquesta de Fajardo y sus Estrellas, conoció a Olga la tamalera, que probo sus tamalitos y que le gustaron tanto que decidió componerles una canción, que fue precisamente: "Olga la Tamalera " que alcanzo enorme popularidad por las ondas radiales de entonces.

La canción pegó de modo increíble. La gente la cantaba y la bailaba en todos los guateques y fiestas, sin importarles si conocían o no físicamente a Olga.

Su fama llegó al exilio y hasta existen y han existido un par de fabricas de tamales caseros cubanos con el nombre comercial: Tamales Olga y Olga la Tamalera (que no son mas que tamales caseros, como los de Olga la Tamalera.)

Quiero expresarle las gracias a Lilia Bustamante
la autora de este artículo por su aporte
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Oscar D'Leon-Los Tamalitos De Olga



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Oscar de Leon en Cuba con La Orquesta de Aragon

http://www.youtube.com/v/-Ks_F8r1Q3Y&hl=es&fs=1

2 Comments:

At 10:44 p. m., Anonymous Anónimo said...

Yo conoci personal mente a Olga la Tamalera,(en el barrio de los Sitios donde naci). Olga tomo la idea de vender Tamales de mi abuela que vendia Bunuelos en todo el barrio y ella empezo con los tamales. Obtuvo fama porque tambien patrocinaba el mejor encuentro de rumba en Centro Haba na, (Los Sitios), en donde vendia Cerveza con sus buenos Tamales.. Gerry Zaragemca

 
At 3:02 a. m., Anonymous yusi said...

OLGA Y SU HIJO SANTIAGO,LA NEGRAERA EL SOBRENOMBRE DE SU HIJA VIVIAN EN MANRRIQUE ENTRE FIGURA Y CONDESA,Y ERA MAS COQUETA ME LA RECUERDO SIEMPRE PERFUMADA ,CON SU TALCO EN EL CUELLO,SUS PRENDAS DE ORO,ME GUSTABA SUS ARETES DE CORAL Y CONVINABA SU CINTA CON SU VESTIDO Y SU CADENA EN EL PIE DERECHO Y SUS PULSERA DORADAS,MI HERMANA LA CARGABAN PORQUE ERA CHULA ,NEGRITA COMO UN ASABACHE Y TIENE EL SOBRENOMBRE DE LA NEGRA,Y ME RECUERDO QUE VENIAN MUCHA GENTE DEL MUNDO DEL ESPECTACULO,ERA IMPECABLE Y SIN OLVIDARSE DEL DELANTAR,Y YO LA VEIA CUANDO SALIA CON UNA CESTA EN LA MANO,ME ENCANTABA Y AL LADO DE SU CAS ESTAB LA FAMOSA FABRICA DE TABACO QUE TENIA ENTRADA EN CONCEPCION DE LA VALLA ENTRE MANRRIQUE Y CAMPANARIO Y LAS RASTRAS DORMIAN EN NUESTRAS CALLE PARA ABRIR A LAS 5 DE LA MAÑANA.

 

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