domingo, noviembre 30, 2008

LOS GALEOTES DE CASTRO

Tomado de Cuba Democracia y Vida.org

Los galeotes de Castro.

Por Félix José Hernández.

París, 25 de noviembre de 2008.

Mi querida Ofelia

Así se titula el artículo de cuatro páginas, publicado en Le Point, una de las revistas semanales más importantes de Francia. Fue escrito por el enviado especial Olivier Languepin.

Este periodista galo participó posteriormente en una conferencia debate sobre los Derechos Humanos en Cuba, que tuvo lugar en la Maison de l'Amérique Latine de París.

Una cronología con los grandes acontecimientos ocurridos en Cuba desde el 1° de enero de 1959 hasta hoy día y un cuadro con los datos estadísticos geográficos, demográficos, etc., acompañan al artículo, junto a un mapa del país.

Tres fotos ilustran el trabajo de Languepain:

1- Una foto a toda página de Castro con el brazo en alto y el dedo acusador, durante una manifestación, cuya leyenda dice: (...) Castro anuncia venerar aún a Marx, Engels y Lenin y reconoce, después de cuarenta y cinco años de reino "todavía escaseamos de muchas cosas".

2- En la segunda foto, que ocupa la mitad superior de una página, se puede ver una fila de Damas vestidas de Blanco, cada una con una pancarta en donde aparecen sendas fotos, con las señas de personas encarceladas por el régimen. Su leyenda dice: "Manifestación de cubanas en Miami en marzo de 2005, en favor de los disidentes detenidos. "La Patria es de Todos".

3- La tercera foto presenta a un grupo de cubanos en una balsa, en cuyo borde está escrito: "LA ESPERANZA". Al fondo se ven los inmuebles del Vedado. Al pie de la foto se puede leer: "Unos cubanos se van de La Habana en 1994, en la época de los éxodos masivos".

A continuación la traducción de algunos párrafos:

"Mientras que Cuba se hunde en un marasmo económico, Castro obtiene más que nunca, beneficios de las empresas extranjeras presentes en la Isla, los empleados, son sometidos a un verdadero "racket" por el régimen.

Bajo la autoridad del Líder Máximo, la Isla se hunde cada día más en la autarquía, el subdesarrollo y la pobreza.

En el Hotel Sevilla, para conjurar la mala suerte se cultiva la nostalgia. En la época de Graham Greene, Al Capone y otros célebres clientes, antes de la revolución de 1959, el peso cubano y el dólar americano circulaban con el mismo valor.

Hogaño, es necesario 26 pesos cubanos para comprar un dólar.

En aquella época el Sevilla pertenecía a don Amleto Battisti, un famoso mafioso. Para lograr trabajar en el Sevilla, era mejor tener buenas relaciones con la organización. Hoy día, para pretender trabajar, es preferible mantener buenas relaciones con los cuadros del Partido. Pues la regla es esa, para contratar al personal cubano, las empresas extranjeras deben pasar por una sociedad cubana, Acorec, que monopoliza los contratos de trabajo para todas las sociedades extranjeras que operan en Cuba.

Barbarita es una camarera del Hotel Sevilla de La Habana. Sin embargo, ella no trabaja oficialmente para Accor, el grupo francés que lo administra. Es Acorec quien le paga cada mes, un salario de 210 pesos cubanos (o sea 8 dólares). Pero Accor, para emplear a Barbarita, debe pagar a Acorec cada mes... 441 dólares. En resumen, Acorec obtiene cada mes 441 dólares, pero le paga sólo ocho al empleado cubano. ¡El resto, o sea, el 98% de la suma pagada a Accor, termina en el bolsillo del Estado cubano!

El equivalente de un caramelo Carambar (5 centavos la hora) y las gracias del Partido, en eso se resume el "salario" horario de un cubano.

Ese sistema, más cercano a la expoliación que al contratista subsidiario, toma la forma de un impuesto dado por los inversionistas extranjeros al Estado cubano, para tener el derecho de disponer de "su" mano de obra. La cual gana un salario, que ni siquiera un jornalero indio del fondo del Rajasthán desearía...

No obstante ese salario miserable, los cubanos que trabajan para las sociedades extranjeras son considerados como privilegiados. A causa de sus condiciones de trabajo, que les garantizan un almuerzo decente, algunas ventajas materiales y las propinas. Pero sólo los candidatos que presentan un expediente irreprochable son aceptados por Acorec. Resultado, en los hoteles y restaurantes del Estado cubano, uno será servido por una mano de obra muy políticamente correcta y a mayoría blanca. Lo cual se refleja en la composición de los cuadros del Partido, pero de ninguna manera en la población cubana, que es muy mestiza.

-Los cubanos que trabajan para nosotros están muy controlados por el Partido y por el sindicato único. Les conviene ir a las manifestaciones, a los trabajos voluntarios y a las reuniones políticas, sino, corren el riesgo de tener una mala evaluación y al final, ser despedidos, --nos testimonia un jefe de empresa francés. --Trabajar en una empresa extranjera es un privilegio, aunque la ventaja salarial sea limitada. En nuestra empresa, la mayoría del personal comercial tiene un coche a disposición, para poder hacer el reparto a los clientes, lo cual en Cuba es una ventaja que no tiene precio--.

La más importante empresa extranjera en cuanto a mano de obra empleada es el grupo español Meliá, ya que administra 22 hoteles en la Isla. La presencia francesa es modesta y disminuye, el Club Med tiró la toalla hace dos años, pues sus relaciones con las autoridades cubanas se habían hecho imposibles.

De un stock de inversiones extranjeras estimado a 6 mil millones de dólares, Francia ocupa el cuarto puesto, con un 6%, lejos de España (25%), Canadá (20%) e Italia (19%).

El francés Bouygues, principal constructor de hoteles en Cuba, trabaja con Gaviota, empresa de turismo dirigida por el ejército cubano (nueve hoteles se están terminando de construir, o ya han sido terminados, con una capacidad de 4,500 habitaciones). Accor administra tres hoteles en La Habana y Varadero.

El Capitalismo de Estado practicado sin vergüenza por Cuba, ha generado alrededor de Castro una pequeña casta de privilegiados, que esperan con paciencia que les toque a ellos.

Los cuadros del ejército, muy ligados a la economía turística, estarían satisfechos con una transición dinástica como la de Kim Jong-il o la de Gnassingbé Eyadema.

Los inversores extranjeros que han salvado a Castro de la quiebra, deberían inquietarse. El núcleo duro de la disidencia, criticó severamente a los inversores extranjeros en un importante texto llamado "La Patria es de Todos"; el cual les costó a sus autores entre dos y cuatro años de cárcel.

¿Qué pasará después de Castro?

Los inversores extranjeros corren el riesgo de verse confrontados a sus responsabilidades; no asombraría ver a los cubanos expoliados, volverse contra sus empleadores. Con respecto a ese punto, como sobre muchos otros, la sucesión de Fidel Castro se revela explosiva...".

Y así van las cosas por la Isla del Dr. Castro.

Te quiere siempre,

Félix José Hernández.