martes, julio 28, 2009

CUBA: LA SAL GUBERNAMENTAL

La sal gubernamental



Por Oscar Espinosa Chepe


LA HABANA, Cuba, julio (www.cubanet.org) - Parodiando un popular reggaetón, Félix López, periodista del periódico Granma, publicó un artículo titulado ¡Quítame esta ‘sal’ de encima!, en el que se refiere a la pérdida de valores y la corrupción que aquejan a la sociedad cubana.

Comienza poniendo ejemplos de actos de corrupción cometidos por taxistas y burócratas quienes, a cambio de dinero, aceleran procesos administrativos, o mecánicos estatales de refrigeración que demoran los arreglos si no hay alguna gratificación.

El proceso de degradación social, a la que el periodista llama “sal”, como símbolo de mala suerte, tiene razones muy explicables en el fracaso de un sistema que creó enormes esperanzas, pero ha derivado en una total frustración.

Al mismo tiempo que de los mercados han desaparecido los artículos tradicionales cubanos, y la mayoría de los niños no conocen muchas de las sabrosas frutas tropicales, y hasta el guarapo y la raspadura son casi imposibles de encontrar, las buenas costumbres y la honestidad han sido sustituidas por la indisciplina social y laboral, la doble moral y la ausencia de valores.

Quien diga que la Cuba de antes de 1959 era un paraíso terrenal proclama una falsedad. En los 50 años posteriores a la fundación de la república (1902), si bien hubo políticos honestos que defendieron los intereses del pueblo, algunas administraciones se caracterizaron por la corrupción. Sin embargo, en el seno de la sociedad civil y el pueblo florecieron valores espirituales y el amor a la Patria, que posibilitó, entre otras cosas, la rebelión contra las dictaduras de Gerardo Machado y Fulgencio Batista.

Quienes tenemos algunos años recordamos un lema muy popular entonces: “Pobres, pero honrados”. Modo de ver la vida que propició que los políticos que proclamaron la decencia y la lucha contra la corrupción, se convirtieran en adalides, por la importancia que esas ideas tenían para un pueblo, que aunque en mejores condiciones que de la región, no escapaba de las estrecheces.

Los que somos del interior del país, y los que nacieron en La Habana, recordamos que los repartideros dejaban los alimentos básicos en las puertas de las casas y nadie se los llevaba.

Por ello sería conveniente que el articulista de Granma y los cubanos nos preguntáramos qué ha pasado en la conciencia de una parte del pueblo, y buscáramos las causas de este proceso de degradación, en el cual se incluye el deterioro de la identidad nacional y la ausencia de decoro.

Más allá de los daños ocasionados a la economía, la sociedad y el medio ambiente durante cincuenta años, los perjuicios causados a los valores espirituales son mucho más peligrosos y será muy difícil corregirlos en el futuro.

Las respuestas pueden encontrarse en los efectos nocivos de un sistema fracasado, que por la obstinación de sus dirigentes no se permite ningún cambio, por temor a perder el poder absoluto.

Un régimen que ha mantenido la mentira de una propiedad social inexistente; y que únicamente ha traído consigo niveles de ineficiencia y descontrol increíbles; incluido el hecho de que la mayoría de las empresas mantienen contabilidades no confiables, dentro del marco de una gestión que tiene que enfrentarse a la dualidad monetaria, que origina que el salario sea pagado por el Estado en una moneda carente de valor en la mayoría de sus tiendas.

Elemento de desorden que contribuye adicionalmente al desvió de recursos y la especulación. La situación del pueblo no radica en que alguien haya arrojado “sal” o algún maleficio, sino en los efectos de un régimen que ha llevado Cuba al desastre.
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Espinosa Chepe: 'No llegan las reformas estructurales y se han acumulado los problemas'

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Según el economista, urgen medidas como ampliar el trabajo por cuenta propia, profundizar la repartición de tierras y crear cooperativas.
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Agencias | 25/07/2009

El economista disidente Oscar Espinosa Chepe dijo sobre la intervención de Raúl Castro este 26 de julio que "desearía que se refiriera a la situación tan terrible que tiene la sociedad cubana", reportó AP.

Chepe quiere "conocer las medidas que se van a tomar, porque hay un inmovilismo muy fuerte de parte del gobierno", agregó.

El actual gobernante "hizo algunas cosas positivas… y se da cuenta que los tiempo han cambiado", sin embargo "urgen medidas como ampliar el trabajo por cuenta propia, profundizar la repartición de tierras, crear cooperativas, por mencionar algunas".

Espinosa Chepe dijo que le "ha ganado un poco el pesimismo porque no llegan las reformas estructurales, se ha perdido tiempo y se han acumulado los problemas".

Por su parte, el experto en política cubana Paolo Spadoni opina que el discurso por el 26 de julio "será acorde con la línea dada el pasado año", por lo que probablemente suene familiar para los cubanos, según Reuters.

Castro hablará hoy en la plaza Mayor General Calixto García Íñiguez de la ciudad de Holguín, que este año es la sede del acto por el aniversario 56 del asalto al cuartel Moncada, de acuerdo con el diario oficial Granma.

"Pienso que su discurso será acorde con la línea dada el pasado año, destacando una vez más la necesidad de apretarse el cinturón a causa de las precarias condiciones económicas", comentó Spadoni.

Muchos pensaron en una apertura de Raúl Castro en la economía después de reemplazar en el poder a su hermano enfermo, pero los cambios se limitaron a la "eliminación de algunas prohibiciones", como la venta de computadoras y teléfonos celulares a los cubanos y la autorización para alojarse en hoteles.

"Es evidente por ahora que expectativas mayores no fueron satisfechas. Ya no estamos hablando de la posibilidad del modelo chino ni de grandes cambios hacia la liberalización", afirmó el experto.

Tras los huracanes de 2008, que provocaron considerables pérdidas en la economía, y en el contexto de la crisis financiera internacional, el gobierno ha apelado a estrictas medidas de ajuste tales como cortes de electricidad programados para ahorrar energía, reducción del transporte público y el congelamiento de cuentas bancarias de empresas extranjeras.

"Hasta ahora no ha hecho ningún cambio que nos levante, al revés... Ha hecho cambios, pero no veo el beneficio todavía. Me gustaría que él fuera más liberal", dijo Daría Márquez, una empleada de La Habana.

Muchos ciudadanos han puesto sus esperanzas de una vida mejor en la administración de Obama, quien ha declarado su deseo de recomenzar las relaciones entre los gobiernos de Estados Unidos y Cuba.

Sin embargo, a pesar de la eliminación de las restricciones a los viajes familiares y el envío de remesas, entre otras concesiones hechas por el presidente estadounidense, los Castro han dejado claro que están decepcionados por el hecho de que EE UU no está dispuesto a levantar el embargo sin concesiones políticas del gobierno cubano.

"Parece que hay una verdadera ira porque la administración de Obama no ha intentado algo más cambiando la política hacia Cuba", dijo el abogado de Washington Robert Muse, experto en asuntos de Cuba.

"Soy más bien pesimista, se van a anunciar algunas medidas contra la crisis, algunos ajustes internos nada alentadores", expresó a la AP, Reina Delgado, una jubilada de 70 años.

La oficinista Silvia Rojo dijo que mantiene "el optimismo". "Creo que (Castro) va a ratificar el camino tomado para seguir trabajando y poco a poco mejorar".

El pasado 26 de julio, algunos creyeron que Raúl Castro iba a utilizar la histórica fecha para anunciar reformas económicas, sin embargo, advirtió que había que acostumbrarse a "no sólo recibir buenas noticias".

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